sábado, 1 de junio de 2013

:. Soneto (I) .:


Quizá no entendieras tú mi sonrisa,
O quizá no fuera buena expresión;
O puede que fuera tu corazón
Quien delatara tu sangre indecisa.

Relaja el pecho, y calma tu prisa,
Y a tu corbata déjame un tirón.
Deja de vigilar la habitación,
Dame tu piel al quitar tu camisa.

No finjas, niño, falsa timidez
Cuando mi muerta inocencia comparte
Esa ingrata y cobarde madurez.

Sabes que sólo es culpa mía en parte,
Culpa de niña, pequeña idiotez
Que se rebela y desvela al amarte. 

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