De mi celda las paredes
No tienen por qué aguantar
Tus huellas si retrocedes,
Ni ahogado clamor chillar;
Pues por tus ojos accedes
A en olvido recordar,
A en recuerdo estar herido
Y a mi herida silenciar.
De tus labios ya ha venido
Un susurro al acallar
Todo llanto en muerte unido,
Toda vida a conocer;
Por tu mente improvisada
Cortesía a su placer,
Alabanza entrecortada
Y mojada en su poder.
Cada nota recordada,
Entre pechos de mujer;
Cada mirar tembloroso
Al no saber lo que hacer.
Pero tu instinto curioso
En fantasía ideal
Paró su gesto nervioso
Y la tela dio igual.
Labios en función marchaban
Ignorando su moral,
Ignorándose notaban
Movimiento musical
Cuando las horas pasaban
Una a una a la señal,
Cuando el tiempo en paz moría
Al encontrar vida afín;
Labios en rojo teñía
La sonrisa del carmín
Que algún día fue o sería
Destrozo de algún serrín.
Sueños en almohada rota
Sin alcohol de botellín.
Ya de amor y calor brota
El principio de su fin.
No tienen por qué aguantar
Tus huellas si retrocedes,
Ni ahogado clamor chillar;
Pues por tus ojos accedes
A en olvido recordar,
A en recuerdo estar herido
Y a mi herida silenciar.
De tus labios ya ha venido
Un susurro al acallar
Todo llanto en muerte unido,
Toda vida a conocer;
Por tu mente improvisada
Cortesía a su placer,
Alabanza entrecortada
Y mojada en su poder.
Cada nota recordada,
Entre pechos de mujer;
Cada mirar tembloroso
Al no saber lo que hacer.
Pero tu instinto curioso
En fantasía ideal
Paró su gesto nervioso
Y la tela dio igual.
Labios en función marchaban
Ignorando su moral,
Ignorándose notaban
Movimiento musical
Cuando las horas pasaban
Una a una a la señal,
Cuando el tiempo en paz moría
Al encontrar vida afín;
Labios en rojo teñía
La sonrisa del carmín
Que algún día fue o sería
Destrozo de algún serrín.
Sueños en almohada rota
Sin alcohol de botellín.
Ya de amor y calor brota
El principio de su fin.